La intervención quirúrgica realizada mediante pequeñas incisiones de entre 2 y 12 mm. a través de las cuales se introduce una videocámara y los diferentes dispositivos de disección, permitiendo una mejoría tanto en el aspecto estético de la cirugía, como una menor agresión quirúrgica. Esto se traduce en una serie de ventajas que se han observado al comparar los resultados de un mismo procedimiento entre el abordaje convencional y el laparoscópico.

Diferentes estudios han demostrado la ventaja de la cirugía laparoscópica respecto a la cirugía convencional en diversos aspectos como:

- Dolor postoperatorio: se han visto reducidas las necesidades analgésicas en los pacientes intervenidos mediante cirugía laparoscópica.

- Infección de herida quirúrgica: existe un menor índice de infecciones de la herida.

- Ileo postoperatorio: al recuperar el peristaltismo, la cirugía laparoscópica permite la ingesta oral antes que en cirugía convencional.

- Funcionalismo respiratorio: en el postoperatorio inmediato, estudios que observan la capacidad funcional pulmonar informan sobre una mejor ventilación en los pacientes intervenidos mediante cirugía laproscópica.

- Tiempo de recuperación: se disminuye el tiempo en el que el paciente recupera su actividad normal y su capacidad laboral.

- Estancia hospitalaria postoperatoria: la cirugía laparoscópica permite un alta precoz de los pacientes.

- Hemorragia peroperatoria: se disminuyen las pérdidas hemáticas durante la cirugía, así como las necesidades transfusionales.

- Respuesta metabólica e inmunológica a la agresión quirúrgica: estudios centrados en la respuesta metabólica e inmunológica a la agresión quirúrgica, traducen una menor reacción en términos de stress quirúrgico, reacción inflamatoria y respuesta inmunológica en la cirugía laparoscópica.